ESPIRITU NAVIDEÑO VS. FAKINMERIKRISMAS
Hay dos bandos diametralmente opuestos, que se disputan desde el año 1 d.c., la supremacía de su ideología frente a las Fiestas de Fin de Año. Un mes antes de que todos choquemos nuestras copas con la promesa de una virulenta pataleta al hígado, festejando el cumpleaños de Jesús (o el 20% de descuento con tarjeta “Pendorcho” en todos los shoppings); las aguas del Mar Rojo “Navidad” se dividen en dos, siendo Santa Claus el principal culpable de ahogarnos como lo hiciera Moisés con los egipcios (Éxodo 14-21).
De un lado del mar tenemos a esta horda de espíritus felices que miran ansiosamente el calendario, tachando los días que faltan para el 8, momento en que desempolvarán el desvencijado arbolito al compás de “Rudolf el reno de nariz roja”; felices como perdices reencontrándose con las borlas decoradas con fideos pintados con témpera por el nene en Salita Roja (que se recibió de médico hace doce años, es budista y vive en Tucson).
Del otro lado, una multitud de abúlicos empedernidos contarán las pastillas necesarias para soportar con estoicismo el “Jingle Bells” sonando hasta en las bombachitas rosas made in Taiwán (con batería incorporada), de cuanto local “Todo X 2 $” se les cruce por el camino (dos por cuadra, promedio actual).
No se sabe cuándo, ni porqué, pero estos dos grupos mantienen un encono similar al de bosteros y gallinas. Cada uno se siente en la obligación de convertir al enemigo en aliado, pasándolo a sus filas; cada nuevo integrante, una batalla ganada al viejo de barba que cada vez tiene menos adeptos.
Existe también el agravante de las peleas entre integrantes del mismo equipo. En general, la raíz del problema es quién es más que el otro. El espíritu navideño por naturaleza, ostentará una tendencia a la exageración y una ligera exacerbación de su algarabía; arrastrándolo a competir con sus vecinos por el arbolito más grande, las luces más impactantes (de esas que se prenden y apagan al compás del archifamoso “Jingle bells rock”) dejando a todo el barrio sin luz porque su decoración lumínico-musical del jardín acabó con las reservas energéticas de la represa hidroeléctrica Yacyretá-Apipé.
Los fakinmerikrismas, por otra parte, son una secta compacta y aguerrida que vive en conflicto con sus pares. Cuentan las botellas de José Cuervo que tienen escondidas para dormir del 23/12 al 2/01, se matan por el premio al más enculado del año y hacen apuestas para ver quién arruinará la cena navideña antes de que lleguen las doce.
He aquí una lista del modus operandi de cada grupo y una guía simple y práctica para reconocer a qué grupo pertenece Ud.
Contestando “SI” a por lo menos diez preguntas de un grupo, Ud. pertenece definitivamente a él (y se ha granjeado con todo éxito el odio del otro equipo).
Contestando “SI” a por lo menos cinco preguntas de cada grupo, Ud. está en problemas, consulte a su Psiquiatra de cabecera. Se llama síndrome bipolar y se cura tomando Litio.
¿ES USTED UN ESPÍRITU NAVIDEÑO?
¿Le gustan con locura los colores rojo, dorado y verde?
¿Hace dos horas de cola con un crío de año y medio al hombro que aúlla como una hiena famélica, para sacarse una foto con un vejete pedófilo disfrazado de Papá Noel?
¿Es dueño de por lo menos dos cds de música navideña norteamericana y la Misa Criolla de Ariel Ramírez en vinilo?
¿Saca las fotos de fiestas pasadas y recuerda con júbilo tal o cual anécdota, contándosela a sus hijos para que ellos hagan lo propio, algún día, con los suyos?
¿Usted es de los que compran las pilas alcalinas para la máquina de fotos el 1 de diciembre por temor a que se acaben?
¿Abre compulsivamente cada power point navideño recibido y lo reenvía con algarabía a toda la libreta de direcciones de las seis casillas de mail que tiene, con una sonrisa de oreja a oreja?
¿Es de los que encargan la bobina de papel de regalo metalizado, con hojitas de muérdago, en el mayorista con la debida antelación?
¿Es usted de los que envuelven hasta el hueso para el perro y la bola de lana con cascabel incluido para el gato; evitando así que las mascotas se queden sin abrir un paquete?
¿Le gustan las borlas, los renos, los trineos, el chocolate caliente, las frutas secas y las botas de lana aunque en su puta vida haya visto un copo de nieve fuera del freezer?
¿Llora de emoción con los emblemáticos avisos institucionales televisivos de fin de año?
¿Es de acopiar turrones españoles, sidras, cavas, garrapiñada, champagne y lechones por miedo a que suba el euro o baje el dólar?
¿Recorta recetas de pavos rellenos, pollos inyectados con coñac, fiambres glaseados y budines con frutas secas, de las revistas dominicales; para pegarlas con determinación en la puerta de la heladera (con cuatro imanes de renos que brillan en la oscuridad)?
¿Muere Ud. por ese toallón playero con la cara de Santa, cuyos flecos asemejan la barba del gordo y el pompón del gorro fué especialmente diseñado para cumplir la función de almohada?
¿Sonríe Ud. por defecto cada vez que escucha la palabra Nochebuena acordándose invariablemente del triciclo que recibió de manos de su abuelo, embutido en un traje de satén rojo dos talles más chico, delatando su verdadera identidad al dejar entrever su remera amarilla; destruyendo la ilusión para siempre?
¿Es de los que proponen el Juego del amigo invisible en el trabajo, lo sacan cagando aceite pero insiste como si la vida le fuera en ello?
¿Colecciona Ud. estatuillas, peluches, almohadones, toallas, manteles, velas, candelabros, manteles, réplicas, miniaturas, macetas, repasadores, cubiertos, centros de mesa, stickers, enanos de jardín, espantapájaros, llaveros, portalápices, vajilla descartable, robots y muñecos con la imagen de Santa Claus?
¿Siente deseos incontrolables de abrazar a todo el mundo en la segunda quincena de diciembre?
¿Se le da por santiguarse cada vez que pasa frente a una Iglesia o se enternece con la figurita plástica de Cristo bebé en el pesebre de una vidriera?
¿Pide cita con el odontólogo para asegurarse la masticación de la torta de almendras sin tragarse una corona que le costó un huevo y la mitad del otro?
¿Es de los primeros en levantar la mano para ofrecerse voluntariamente a participar del pesebre viviente, aún sabiendo que deberá pintarse la cara con corcho quemado y usar el acolchado como túnica con 40° de calor, para personificar a Baltasar?
¿Sabe tocar “Noche de Paz” con flauta dulce desde tercer grado?
¿Le atrae cualquier golosina que combine los colores rojo y verde en el envoltorio?
¿Sale a besuquear a todos los vecinos de la cuadra, con un pedo que lo obliga a agarrarse de las paredes, llorando a moco tendido de puro arrepentimiento por haberles envenenado las mascotas que le desparramaban la basura?
¿Tunea Ud. su vehículo con motivos navideños?
¿Tunea a sus mascotas con moños rojos y cascabelitos?
¿Cuelga intenciones en el arbolito con la secreta esperanza de que se cumplan todos sus deseos, incluida la Paz Mundial y el fin de la hambruna africana?
¿Se deprime el 25/12 a las 00.15 hs. porque faltan 364 días para la próxima Nochebuena?
ES USTED UN FAKINMERIKRISMAS
¿Detesta hasta las tripas a aquellas personas que no le perdonan haberse olvidado de armar el arbolito el 8/12 presagiando innumerables tragedias para el año venidero?
¿Escribe Ud. una carta a Santa pidiendo una ametralladora .50 Browning automática con municiones perforantes incendiarias para acabar con los arreglos navideños de todos los vecinos en un radio de cinco cuadras a la redonda?
¿Suprime con náuseas todos los mails que vengan con un adjunto que incluya la palabra “felices” en el asunto?
Hay dos bandos diametralmente opuestos, que se disputan desde el año 1 d.c., la supremacía de su ideología frente a las Fiestas de Fin de Año. Un mes antes de que todos choquemos nuestras copas con la promesa de una virulenta pataleta al hígado, festejando el cumpleaños de Jesús (o el 20% de descuento con tarjeta “Pendorcho” en todos los shoppings); las aguas del Mar Rojo “Navidad” se dividen en dos, siendo Santa Claus el principal culpable de ahogarnos como lo hiciera Moisés con los egipcios (Éxodo 14-21).
De un lado del mar tenemos a esta horda de espíritus felices que miran ansiosamente el calendario, tachando los días que faltan para el 8, momento en que desempolvarán el desvencijado arbolito al compás de “Rudolf el reno de nariz roja”; felices como perdices reencontrándose con las borlas decoradas con fideos pintados con témpera por el nene en Salita Roja (que se recibió de médico hace doce años, es budista y vive en Tucson).
Del otro lado, una multitud de abúlicos empedernidos contarán las pastillas necesarias para soportar con estoicismo el “Jingle Bells” sonando hasta en las bombachitas rosas made in Taiwán (con batería incorporada), de cuanto local “Todo X 2 $” se les cruce por el camino (dos por cuadra, promedio actual).
No se sabe cuándo, ni porqué, pero estos dos grupos mantienen un encono similar al de bosteros y gallinas. Cada uno se siente en la obligación de convertir al enemigo en aliado, pasándolo a sus filas; cada nuevo integrante, una batalla ganada al viejo de barba que cada vez tiene menos adeptos.
Existe también el agravante de las peleas entre integrantes del mismo equipo. En general, la raíz del problema es quién es más que el otro. El espíritu navideño por naturaleza, ostentará una tendencia a la exageración y una ligera exacerbación de su algarabía; arrastrándolo a competir con sus vecinos por el arbolito más grande, las luces más impactantes (de esas que se prenden y apagan al compás del archifamoso “Jingle bells rock”) dejando a todo el barrio sin luz porque su decoración lumínico-musical del jardín acabó con las reservas energéticas de la represa hidroeléctrica Yacyretá-Apipé.
Los fakinmerikrismas, por otra parte, son una secta compacta y aguerrida que vive en conflicto con sus pares. Cuentan las botellas de José Cuervo que tienen escondidas para dormir del 23/12 al 2/01, se matan por el premio al más enculado del año y hacen apuestas para ver quién arruinará la cena navideña antes de que lleguen las doce.
He aquí una lista del modus operandi de cada grupo y una guía simple y práctica para reconocer a qué grupo pertenece Ud.
Contestando “SI” a por lo menos diez preguntas de un grupo, Ud. pertenece definitivamente a él (y se ha granjeado con todo éxito el odio del otro equipo).
Contestando “SI” a por lo menos cinco preguntas de cada grupo, Ud. está en problemas, consulte a su Psiquiatra de cabecera. Se llama síndrome bipolar y se cura tomando Litio.
¿ES USTED UN ESPÍRITU NAVIDEÑO?
¿Le gustan con locura los colores rojo, dorado y verde?
¿Hace dos horas de cola con un crío de año y medio al hombro que aúlla como una hiena famélica, para sacarse una foto con un vejete pedófilo disfrazado de Papá Noel?
¿Es dueño de por lo menos dos cds de música navideña norteamericana y la Misa Criolla de Ariel Ramírez en vinilo?
¿Saca las fotos de fiestas pasadas y recuerda con júbilo tal o cual anécdota, contándosela a sus hijos para que ellos hagan lo propio, algún día, con los suyos?
¿Usted es de los que compran las pilas alcalinas para la máquina de fotos el 1 de diciembre por temor a que se acaben?
¿Abre compulsivamente cada power point navideño recibido y lo reenvía con algarabía a toda la libreta de direcciones de las seis casillas de mail que tiene, con una sonrisa de oreja a oreja?
¿Es de los que encargan la bobina de papel de regalo metalizado, con hojitas de muérdago, en el mayorista con la debida antelación?
¿Es usted de los que envuelven hasta el hueso para el perro y la bola de lana con cascabel incluido para el gato; evitando así que las mascotas se queden sin abrir un paquete?
¿Le gustan las borlas, los renos, los trineos, el chocolate caliente, las frutas secas y las botas de lana aunque en su puta vida haya visto un copo de nieve fuera del freezer?
¿Llora de emoción con los emblemáticos avisos institucionales televisivos de fin de año?
¿Es de acopiar turrones españoles, sidras, cavas, garrapiñada, champagne y lechones por miedo a que suba el euro o baje el dólar?
¿Recorta recetas de pavos rellenos, pollos inyectados con coñac, fiambres glaseados y budines con frutas secas, de las revistas dominicales; para pegarlas con determinación en la puerta de la heladera (con cuatro imanes de renos que brillan en la oscuridad)?
¿Muere Ud. por ese toallón playero con la cara de Santa, cuyos flecos asemejan la barba del gordo y el pompón del gorro fué especialmente diseñado para cumplir la función de almohada?
¿Sonríe Ud. por defecto cada vez que escucha la palabra Nochebuena acordándose invariablemente del triciclo que recibió de manos de su abuelo, embutido en un traje de satén rojo dos talles más chico, delatando su verdadera identidad al dejar entrever su remera amarilla; destruyendo la ilusión para siempre?
¿Es de los que proponen el Juego del amigo invisible en el trabajo, lo sacan cagando aceite pero insiste como si la vida le fuera en ello?
¿Colecciona Ud. estatuillas, peluches, almohadones, toallas, manteles, velas, candelabros, manteles, réplicas, miniaturas, macetas, repasadores, cubiertos, centros de mesa, stickers, enanos de jardín, espantapájaros, llaveros, portalápices, vajilla descartable, robots y muñecos con la imagen de Santa Claus?
¿Siente deseos incontrolables de abrazar a todo el mundo en la segunda quincena de diciembre?
¿Se le da por santiguarse cada vez que pasa frente a una Iglesia o se enternece con la figurita plástica de Cristo bebé en el pesebre de una vidriera?
¿Pide cita con el odontólogo para asegurarse la masticación de la torta de almendras sin tragarse una corona que le costó un huevo y la mitad del otro?
¿Es de los primeros en levantar la mano para ofrecerse voluntariamente a participar del pesebre viviente, aún sabiendo que deberá pintarse la cara con corcho quemado y usar el acolchado como túnica con 40° de calor, para personificar a Baltasar?
¿Sabe tocar “Noche de Paz” con flauta dulce desde tercer grado?
¿Le atrae cualquier golosina que combine los colores rojo y verde en el envoltorio?
¿Sale a besuquear a todos los vecinos de la cuadra, con un pedo que lo obliga a agarrarse de las paredes, llorando a moco tendido de puro arrepentimiento por haberles envenenado las mascotas que le desparramaban la basura?
¿Tunea Ud. su vehículo con motivos navideños?
¿Tunea a sus mascotas con moños rojos y cascabelitos?
¿Cuelga intenciones en el arbolito con la secreta esperanza de que se cumplan todos sus deseos, incluida la Paz Mundial y el fin de la hambruna africana?
¿Se deprime el 25/12 a las 00.15 hs. porque faltan 364 días para la próxima Nochebuena?
ES USTED UN FAKINMERIKRISMAS
¿Detesta hasta las tripas a aquellas personas que no le perdonan haberse olvidado de armar el arbolito el 8/12 presagiando innumerables tragedias para el año venidero?
¿Escribe Ud. una carta a Santa pidiendo una ametralladora .50 Browning automática con municiones perforantes incendiarias para acabar con los arreglos navideños de todos los vecinos en un radio de cinco cuadras a la redonda?
¿Suprime con náuseas todos los mails que vengan con un adjunto que incluya la palabra “felices” en el asunto?
¿Se compra una gomera para reventarle, una a una, las lucecitas que forman prolijamente la palabra "Feliz Navidad" al vecino de enfrente?
¿Se conecta al Messenger, al Gmail, al Facebook y a sus foros favoritos como “oculto”, no vaya a ser cosa que algún infeliz se le arrime a desearle buenos augurios?
¿Empezó la compra de alcohol en octubre, en forma de plan de ahorro previo, cosa de tener suficiente octanaje el 24 a la noche para detonarle la fiesta kitsch a toda su familia?
¿Es usted de los que le piden a su médico un colchón de recetas extra de su ansiolítico predilecto, para fabricarse un par de Hors d'œuvre navideños, que lo ayuden a superar el trauma de ver a su abuela envolver los dientes en una servilleta de papel para digerir el pionono de palmitos?
¿Le salen ojeras el 8 de diciembre y le desaparecen como por arte de magia el 2 de enero?
¿Odia los shoppings, odia la gente que entorpece las cajas de los supermercados con carros atiborrados de mayonesas y panettones, odia a los chicos que se estancan en las góndolas de los lácteos obnubilados porque hasta los saches de leche tienen la cara de Santa?
¿Se le ponen los pelos de la nuca de punta, cuando la gente de la oficina ensaya un improvisado villancico portando ojitos acuosos y carita de feliz cumpleaños?
¿Se tira debajo de la mesa cuando se entera que ha sido bendecido con la tarea de disfrazarse de Papá Noel, para alegría de todos los chicos de la familia?
¿Quiere Ud. prenderle fuego a todos los gazebos y puestos de venta de pirotecnia?
¿Es Ud. de los que fantasean con la idea de un desastre nuclear que acabe con todo vestigio de vida humana, para poder tirarse tranquilo a ver las tres temporadas completas de su serie favorita en Nochebuena sin tener que darle explicaciones a nadie?
¿Envidia Ud. al abuelito de Heidi que vive solo en la montaña, come queso y le da masita a la cabra?
¿Vota Ud. por comprar pizza al delivery para la cena navideña, ante la mirada horrorizada de su familia?
¿Se niega compulsivamente a invitar a su familia política para Nochebuena, bajo apercibimiento de ser excomulgado, castigado con dos años sin sexo oral, desterrado a la quinta del tío Miguel hasta nuevo aviso y proclamado persona non grata por todos los integrantes de su familia (incluido el loro que no deja de repetir “amargo”)?.
¿Es de los que se retiran de la mesa dos minutos antes de las doce y se desparraman en un sillón a hacer zapping?
¿Es de los que llegan tarde y se van temprano?
¿Va vestido de short de baño y musculosa para llevarle la contra a su suegra que proclama todos los años que ella organiza una cena “elegante”?
¿Quince minutos antes de las doce, desliza Ud. algún comentario político, encendiendo la mecha de una batalla campal que dura hasta las tres de la madrugada (momento en el que alguien se percata que los pendejos se durmieron en un sillón sin regalos, ni renos, ni nada)?
¿Saca las fotos de fiestas pasadas deprimiéndose hasta la médula porque cada año que pasa se reduce el número de sobrevivientes?
¿Droga a sus mascotas del mismo modo que Ud. mismo se atiborra de somníferos para ser inmune al ruido de los fuegos artificiales?
¿Les dice a todos los chicos de la familia que el gordo que trajo los regalos es el tío Coco disfrazado y que Papá Noel no existe?
¿Regala medias y calzones a los menores de 10 años, jaboncitos a las mujeres y pañuelos a los hombres?
¿Cuelga Ud. intenciones en el arbolito tales como no volver a pisar la casa de su suegro, esconderle una granada de mano entre los turrones a su suegra en las próximas fiestas o simplemente que desaparezca su Jefe de la faz de la tierra?
¿Le vuelve el alma al cuerpo el 25/12 a las 00.15 hs. porque todavía le quedan 364 días para la próxima Nochebuena?
Haga la cuenta, sepa para qué equipo juega y detecte a los del bando contrario. Así se evitarán choques innecesarios. Porque no hay nada más peligroso que juntar unos con otros. La onda expansiva puede ser más poderosa que la de una bomba de estruendo casera. Gente alcoholizada, sobrealimentada, hipertensa, con hipercolesterolemia, psicópatas, obsesivo-compulsivos, depresivos, claustrofóbicos, boludos alegres, hipocondríacos, maniáticos sexuales, adictos, dementes seniles, adolescentes piromaniacos, damiselas egocéntricas, infantes hiperkinéticos…todos juntos en una sola fiesta.
Es muy probable que la mañana siguiente lo encuentre recogiendo maní con chocolate, bollos de papel metalizado, los dientes de la abuela en la servilleta, vómito de algún niño que comió demasiado, el cadáver del perro porque se le fue la mano con las gotas de sedante canino, restos de pan dulce, velas derretidas, las varillas de las bengalas que tiró el vecino y un cartucho de un petardo tardío que le explotará en la mano…
¡¡¡FELICES FIESTAS, COÑO!!!
¿Se conecta al Messenger, al Gmail, al Facebook y a sus foros favoritos como “oculto”, no vaya a ser cosa que algún infeliz se le arrime a desearle buenos augurios?
¿Empezó la compra de alcohol en octubre, en forma de plan de ahorro previo, cosa de tener suficiente octanaje el 24 a la noche para detonarle la fiesta kitsch a toda su familia?
¿Es usted de los que le piden a su médico un colchón de recetas extra de su ansiolítico predilecto, para fabricarse un par de Hors d'œuvre navideños, que lo ayuden a superar el trauma de ver a su abuela envolver los dientes en una servilleta de papel para digerir el pionono de palmitos?
¿Le salen ojeras el 8 de diciembre y le desaparecen como por arte de magia el 2 de enero?
¿Odia los shoppings, odia la gente que entorpece las cajas de los supermercados con carros atiborrados de mayonesas y panettones, odia a los chicos que se estancan en las góndolas de los lácteos obnubilados porque hasta los saches de leche tienen la cara de Santa?
¿Se le ponen los pelos de la nuca de punta, cuando la gente de la oficina ensaya un improvisado villancico portando ojitos acuosos y carita de feliz cumpleaños?
¿Se tira debajo de la mesa cuando se entera que ha sido bendecido con la tarea de disfrazarse de Papá Noel, para alegría de todos los chicos de la familia?
¿Quiere Ud. prenderle fuego a todos los gazebos y puestos de venta de pirotecnia?
¿Es Ud. de los que fantasean con la idea de un desastre nuclear que acabe con todo vestigio de vida humana, para poder tirarse tranquilo a ver las tres temporadas completas de su serie favorita en Nochebuena sin tener que darle explicaciones a nadie?
¿Envidia Ud. al abuelito de Heidi que vive solo en la montaña, come queso y le da masita a la cabra?
¿Vota Ud. por comprar pizza al delivery para la cena navideña, ante la mirada horrorizada de su familia?
¿Se niega compulsivamente a invitar a su familia política para Nochebuena, bajo apercibimiento de ser excomulgado, castigado con dos años sin sexo oral, desterrado a la quinta del tío Miguel hasta nuevo aviso y proclamado persona non grata por todos los integrantes de su familia (incluido el loro que no deja de repetir “amargo”)?.
¿Es de los que se retiran de la mesa dos minutos antes de las doce y se desparraman en un sillón a hacer zapping?
¿Es de los que llegan tarde y se van temprano?
¿Va vestido de short de baño y musculosa para llevarle la contra a su suegra que proclama todos los años que ella organiza una cena “elegante”?
¿Quince minutos antes de las doce, desliza Ud. algún comentario político, encendiendo la mecha de una batalla campal que dura hasta las tres de la madrugada (momento en el que alguien se percata que los pendejos se durmieron en un sillón sin regalos, ni renos, ni nada)?
¿Saca las fotos de fiestas pasadas deprimiéndose hasta la médula porque cada año que pasa se reduce el número de sobrevivientes?
¿Droga a sus mascotas del mismo modo que Ud. mismo se atiborra de somníferos para ser inmune al ruido de los fuegos artificiales?
¿Les dice a todos los chicos de la familia que el gordo que trajo los regalos es el tío Coco disfrazado y que Papá Noel no existe?
¿Regala medias y calzones a los menores de 10 años, jaboncitos a las mujeres y pañuelos a los hombres?
¿Cuelga Ud. intenciones en el arbolito tales como no volver a pisar la casa de su suegro, esconderle una granada de mano entre los turrones a su suegra en las próximas fiestas o simplemente que desaparezca su Jefe de la faz de la tierra?
¿Le vuelve el alma al cuerpo el 25/12 a las 00.15 hs. porque todavía le quedan 364 días para la próxima Nochebuena?
Haga la cuenta, sepa para qué equipo juega y detecte a los del bando contrario. Así se evitarán choques innecesarios. Porque no hay nada más peligroso que juntar unos con otros. La onda expansiva puede ser más poderosa que la de una bomba de estruendo casera. Gente alcoholizada, sobrealimentada, hipertensa, con hipercolesterolemia, psicópatas, obsesivo-compulsivos, depresivos, claustrofóbicos, boludos alegres, hipocondríacos, maniáticos sexuales, adictos, dementes seniles, adolescentes piromaniacos, damiselas egocéntricas, infantes hiperkinéticos…todos juntos en una sola fiesta.
Es muy probable que la mañana siguiente lo encuentre recogiendo maní con chocolate, bollos de papel metalizado, los dientes de la abuela en la servilleta, vómito de algún niño que comió demasiado, el cadáver del perro porque se le fue la mano con las gotas de sedante canino, restos de pan dulce, velas derretidas, las varillas de las bengalas que tiró el vecino y un cartucho de un petardo tardío que le explotará en la mano…
¡¡¡FELICES FIESTAS, COÑO!!!
10 comentarios:
ay que lindo.. no sabia que apartenecia a algun grupo social! nunca me senti tan unida con el mundo! Gracias!! jajajaja
soy una amargada de mierda!!
~~Yasi~~
Jajajjajaj... muy Bueno, mira que las lecturas largas me duermen, pero esta vez lo lei todo jajjaja
un beso Grande,
Feliz Navidad.
Hernan Rohr.
Pilíz Navidad!.
Gracias por los comentarios, Yasi y Hernán.
Lamento declararme del bando opuesto, soy espíritu navideño...no lo puedo evitar.
Tipeo con bufanda verde y roja, para que se den una idea jajajaja!
Feliz Navidad Pau!!!
Gracias por alegrarnos la vida!.
Besos.
Patty
En casa tengo los dos bandos y yo voy alternando entre uno y otro, segun quien es mas rompequinotos.
El espiritu navideño pega fuerte, ya sea que lo que quieras es pasarla con la flia y amigos o comer y tomar a lo tonto...
Peeero, es linda epoca y no solo por los regalitos, sino por el olor que queda en el aire, los fuegos artificiales que te recuerdan el bombardeo de Kuwait, los duelos entre vecinos y cuadras por ver quien hace mas ruido y que te hacen preguntarte si sedaste lo suficiente a los gatos o a los perros, los gritos de "FELICIDADES" de la gente que te cruzas por la calle y no conoces, las llamadas a cualquier hora de amigos que estan a km de distancia, los ruegos que haces de que te ande el celular para llamar a toda la lista de contactos (y que no te de ocupado), el crocante de arroz que te vas masticando mientras vas de casa en casa y canjeas por las garrapiñadas o una porcion de budin, los brindis en todos lados, los besos y los abrazos rompecostillas que te dan los mas viejos porque "esta es mi ultima navidad" (aunque usan la frase de cabala!), los besos y los abrazos que le das a ES@ que te parte el craneo o que estas empezando a conocer mientras tratas de arrinconarl@ debajo del muerdago rezando de que tenga varias copas de mas asi se prende mas rapido, los besos y los abrazos que bancas estoicamente de ese chocolate que envuelve a es@ sobrinit@ que adoras con locura y que te enchastra la ropa que mas te gusta mientras sonreis como idiota pensando "cuando seas mas grande te voy a torturar con esta historia frente a tus amig@s", el momento de ternura que te agarra cuando los mas viejos se ponen a recordar a los que faltan con los ojos llenos de lagrimas y el temblor en la voz que intentan esconder por medio de un supuesto atore con un turron, el odio momentaneo y la puteada suave acompañada de un cachetazo aereo que nunca llega a destino (aun si el objetivo esta a 3cm) al guacho que tiro un petardo debajo de la mesa e hizo saltar las copas derramando el preciado liquido (alcoholico, obvio!) sobre el mantel de la bisabuela que tiene mas manchas que años, pero que esta siempre en la mesa cada 24...
¿Quién es el guacho que tira petardos debajo de la mesa con lo que cuesta el alcohol?.
jajajajajajajajajaja!
Me hiciste reír Cele!.
Te quieroooooooooooooo!
Mi papa es uno que tira los petardos, pero hemos tenido varios que lo hacen. Es asi como se han quemado zapatos, medias, un poco de mantel...
Pero gracias a la tecnologia, hay una bola que explota en cuanto golpea una superficie dura... buscala, no se como se llama, pero es mortal, fue el megahit de año nuevo...
Vamos a ver con que salimos este año.
Pau, excelente!!!!!!!!
Soy de los fakinmerichristmas, aunque no le jodo la noche a nadie (salvo el zapping a las 23:30... jeje).
Muy bueno!!!!
Laura (Sistemas Car One)
clap, clap, clap, clap!!! Me encantó Pau!!!! Mentalmente creo que soy parte de la navidad, respondiendo las preguntas creo en una aversión por las mismas. Sin poner de manifiesto el porque no me gustan pareciendo que si, puedo concluir sincera que nada de lo que festejo veo en las calles de mi barrio afin.
Creo en Dios, en Jesús y festejo su cumple al fin, pero el alcohol y la música de acompañamiento me llevan a este momento de gritar Navidad al fin.
Me gusta lo que expones.. segui así!!!! Besos
Gracias, me alegro que les haya gustado.
Es verdad que la Navidad es más digerible con música y alcohol jajajaja. Al fin y al cabo es el cumple de Jesús, acaso no era EL el que multiplicaba los panes y el vino para las festicholas?. Hay que seguir su ejemplo!!!.
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