sábado, 31 de diciembre de 2016



MINUCIOSO BALANCE DE FIN DE AÑO (INCLUYE METAS PARA EL PRÓXIMO)


De cómo es inútil hacer estúpidos balances a fin de año

Estoy otra vez arañando la última hojita del calendario que me obsequiaron el pasado enero, en la carnicería.  Porque la ansiedad me gana, le arranco la puta hojita con los dientes y escupo los pedazos en el cesto de la basura.  Aún faltan 19 horas para el final del año, pero decido adelantar mi reloj biológico porque no me banco el imán calvo pegado en la heladera.  A la mierda con el imán también, después de todo, ya no compro en esa carnicería (la fidelidad duró lo que que duró dura la milanesa que me vendían, con el riesgo de perder una pieza dental sana o una corona del valor de las cuatro ruedas que necesito comprarle a mi auto).
Y aquí me encuentro sentada haciendo el estúpido balance que decido simplificar, llevándolo al frío mundo de los números (ese que tanto le gusta a mi amiga Liliana).


2016

- Cantidad de veces que nadé desnuda en la pileta= más de una docena. No festejen, se puede ver lo mismo en cualquier acuario marino pagando una entrada y el bicho en cuestión es capaz de hacer más piruetas por un puñado de cornalitos.  Quizás si alguien me tirara barritas de chocolate al aire, sería capaz de saltar y aplaudir al mismo tiempo, como las focas de Mundo Marino.
- Cantidad de veces que me encontré con la torre de Pisa, al pie del lavarropas, construida a base de remeras con olor a todos los chivos de Heidi= 200
- Cantidad de veces que me agarraron dormida y lavé esa ropa con la parsimonia de un monje tibetano= 50
- Cantidad de veces que no lavé la torre y desparramé a los chivos de Heidi por la habitación de mi adorado retoño= 150
- Cantidad de veces que prometí y juré por el Dios Baco que no iba a ingerir ninguna caloría proveniente del alcohol= 365
- Cantidad de veces que rompí la promesa y traicioné al Dios Baco (que dicho sea de paso, me dió una palmadita en el hombro y me guiñó un ojo el muy puto seductor) = 365
- Cantidad de veces que le eché la culpa a mi pareja, y a mis amigas (que también son amigas de Baco), por llevarme por mal camino= TODAS
- Cantidad de veces que salté de la emoción cuando llegó la caja del Baco Club= 12 (llega 1 por mes, por si se preguntaron por la mesura en los festejos).
- Cantidad de veces que me  dejé explorar, voluntariamente, mis adentros con aparatos extraños= 2 (se podría afirmar sin temor a caer en una grosería, que alguien con un guardapolvos blanco ingresó cámaras de tv por todos mis orificios mientras dormía plácidamente).
- Cantidad de veces que saqué la basura puteando en sánscrito y lunfardo= 340 (las otras 20 estuvieron a cargo de mis co-habitantes, quienes tienen muy en claro la consigna bíblica "temor de Dios").
- Cantidad de árboles y arbustos plantados= 30 (El Amazonas es un desierto, comparado con mi jardín).
- Cantidad de adicciones superada=1 (ravioles, me pasé a los canelones).
- Cantidad de veces que lloré colgada de la puerta de la heladera porque se acabó la Coca Light= 200 (las otras 165 se atribuyen a encontrar la jarra de jugo Clight previamente preparada por la que suscribe, vacía en la heladera).
- Cantidad de veces que lloré al descubrir que mi almuerzo había desaparecido y en su lugar había un plato vacío= 150
- Cantidad de veces que enterré un pedazo de Queso port salut light en la selva tropical del cajón de las verduras de la heladera, camuflado con disfraz de guerra a base de hongos verdes ideales para combatir infecciones.  Posta, la penicilina la hacen con esa pelusa verde!= 224
- Cantidad de veces que el Queso port salut light fue avistado y apresado luego de ser capturado debajo de una lechuga mantecosa en estado de franca descomposición= 123
- Cantidad de veces que prometí no dejar a mi perro Weimaraner (de 60 kilos) dormir adentro mientras levantaba tortas de caca del tamaño de una paella para catorce personas = 256
- Cantidad de veces que dejé dormir al Weimaraner adentro= 256
- Cantidad de veces que mi gato me rompió adornos, me tiró porta retratos, me vació el tacho de basura en la cocina y juré asarlo a la parrilla para el día de Acción de gracias= 90
- Cantidad de veces que terminó ronroneando en mis brazos mientras le pedía disculpas por ser tan despiadada= 90
- Cantidad de veces que me agarró el radar de la ruta 6= 1 (exceso de velocidad 83, máxima permitida 80).
- Cantidad de veces que hice pis color rosa, por comer remolacha y por un lapso de cinco segundos pensé que estaba al borde la muerte= 46
- Cantidad de veces que pensé en comer más remolacha porque me gustó hacer pis rosa, una vez superado el pánico inicial= 200 (me da mucha pereza hervirlas).
- Cantidad de veces que pensé en subir la foto del pis color Barbie a Instagram= varias, pero no conseguí flores del mismo color para decorar la tabla.
-Cantidad de horas en redes sociales= sin contar las que estaba comiendo, bañádome, haciendo fila en el banco, nadando en la pileta, manejando y durmiendo...8325.

METAS PARA EL 2017

- Visitar la estación espacial internacional y aprender ruso para hacerme amiga de Oleg, Serguei y Andrei (quiero que me dejen pilotear la Soyuz).
- Adelgazar 10 kilos comiendo pastas y pizzas.
- Guardar la ropa que está en los percheros, sobretodo la que cuelga de la bicicleta fija, me está costando llegar a la cama.
- Aprender a tocar el violín o el cello.
- Evangelizar la tierra convirtiendo a todos los fans del reggaeton en groupies de Pink Floyd.
- Hacerme de una pata de jamón ibérico, si hay que pagar con un órgano, tengo dos riñones que fabrican pis a escala industrial.
- Hacerme un tatuaje en la base de la nuca con la siguiente inscripción "no soy un clon" (por si las moscas).
- Bajar sustancialmente la cantidad de series vistas en Netflix de 50 a 49.
- Cambiar el auto por un Lamborghini Aventador SV Roadster color azul metalizado.
- Formar una banda de jazz y convertirme en la Diana Krall argentina.
- Cocinar tortas como Maru Botana y pastas como Donato, abrir un restaurante y bochar gente por portación de cara y actitud caracúlica.
- Comprarme una bodega en Mendoza, fabricar el mejor Cabernet de la historia y fundirla tomando con amigos.
- Aprender a baila tap.  Ya lo intenté.  Fracasé estrepitosamente. Persevera y triunfarás.  Veremos si ese postulado se aplica al tap o simplemente no me vino el chip de la coordinación de extremidades superiores-inferiores en mi mapa genético.
- Planchar
- Levantar el arbolito antes de Semana Santa.
- Adoptar un niño haitiano de 29 añitos.
- Hacer una huerta (alguien sabe dónde se consiguen las semillas de sorrentinos, muffins de chocolate y salame tandilense?).
- Dejar la droga, cambiar el clonazepam por algo más divertido...Alprazolam? (todo lo que termina en pam o lam debería ser pisado y esparcido en los tanques de agua del mundo, se acabarían todos los conflictos bélicos).
- Instalarme en un lugar con nieve y que alguien me convenza que el frío no es mejor que el calor.
- Bailar "El Lago de los Cisnes" en el Bolshoi, que me aplaudan y me tiren rosas blancas (los tomates que se los metan donde no calienta el sol).
- Controlar mis espasmos de llanto mirando los documentales de Nat Geo, cuando la leona se manduca a la cebra, que corre con ojitos de espanto.
- Aprender italiano para estar lista cuando me mude a Positano.
- Conocer personalmente a Bono, Eddie Vedder, Chris Martin, David Gilmour, León Gieco, Andrés Calamaro, Joaquín Sabina y Caetano Veloso. Que Toquinho me enseñe a tocar la guitarra y nos vayamos de gira juntos.

Groupie moi? Si, a los 53 y a mucha honra!  

Keep calm and grab a beer
Felisa me muero!