Tragedias que hacen pensar
Hace días que veo imágenes del terremoto de Haití en la televisión. Fotos del espanto y el horror que se vivió y se vive en un país desvastado por un desastre natural que arrasó con las vidas de miles de personas y dejó un panorama desolador de hogares destruidos y familias desguasadas. Videos de gente mutilada, cadáveres desparramados por las calles, escombros, bebés llorando…y un único pensamiento recurrente y egoísta: qué suerte que no me pasó a mí.
Porque irremediablemente, estas tragedias nos hacen pensar en nosotros y en la gente que queremos. En lo que hubiéramos hecho de estar en la misma situación. El solo pensarlo nos da escalofríos. Tener que vagar por las calles con lo puesto, mendigando un poco de agua y revolviendo entre los escombros buscando a un ser querido debe ser la situación más espantosa y dolorosa que una persona deba enfrentar.
Y entonces viene el alivio. El alivio de darnos cuenta que estamos sentados en casa, en un sillón confortable mirándolo todo desde una pantalla que escupe esas imágenes desde un espejo satelital que enfoca un punto lejano del otro lado del planeta…bien lejos de esta casa que ahora parece más linda y más cómoda. De repente esos tres kilos de más o de menos se convierten en una bendición. La canilla cuyo goteo ayer nos robaba el sueño hoy es una canción vibrante que nos recuerda que tenemos un techo, agua, electricidad y una heladera llena. Ya no me importan las carteras que lamenté no poder comprar hojeando una revista el fin de semana, ni la factura del teléfono que casi no llego a pagar, ni la pila de trabajo pendiente que dejé en la oficina. Todo eso parece haber entrado en otra dimensión, porque la dimensión de esta tragedia enmarca mi vida en otro lugar, veo mi realidad desde otra perspectiva. Hoy no me quejo porque tengo que cocinar, porque tengo para cocinar. Hoy no puteo porque la camisa que quiero no está planchada, porque tengo; tengo quince diferentes para elegir. Hoy no lloro porque se me descompuso el auto, porque tengo adónde ir, porque todavía puedo caminar y porque en casa alguien me espera. No me quejo porque madrugo para ir a trabajar, porque agradezco tener trabajo. De repente me dieron ganas de dibujar, de escuchar música, de abrazar a los que quiero, de aprenderme sus caras de memoria para irme a dormir con esa foto en mi cabeza. Quiero susurrarle a mi hijo dormido, al oído como todas las noches pero hoy más que nunca, que lo adoro. Y desear que se despierte para que conteste entre sueños “yo también”, como todas las noches.
Entonces agradezco. Agradezco a ese Dios al que a veces no comprendo porque esta vez no me tocó a mí. Le pido que me ayude a comprender porqué permite estas desgracias. Le doy las gracias porque mañana voy a ver a mi madre y a mi abuela, y porque voy a ser más tolerante con ellas. Mañana voy a jugar con mis sobrinos, voy a tomar café con mi hermana. Voy a escribirles a mis amigas que están lejos deseando poder hacer diez mil kilómetros para abrazarlas. Voy a rezar por mi familia y sus familias.
Seguramente, antes de dormirme pida por toda esa gente que está sufriendo en Haití. Voy a pedir por los chicos que quedaron sin padres y por los padres que perdieron hijos. Por los que murieron y los que quedaron. Porque puedan reconstruir sus vidas y sus hogares.
Y también voy a pedir por mi propia estupidez. Que ya no me hagan falta estos cachetazos de tragedias monumentales para que le encuentre sentido a mi vida, y de paso me entere de lo feliz que soy…
4 comentarios:
Por primera vez ,no sé qué decir ...me dejaste muda Pau.Sólo puedo decir que pediré por lo mismo que hiciste tu ...y por mi propia estupidez también.
Gracias por el cachetazo!
Gracias por hablar de esta bofetada de realidad que estamos recibiendo estos días por la tele y los periódicos. Tenemos tantas cosas por las que estar agradecidos, es una pena que se nos olvide tan rápido.
Yo estoy igual, pero desde el 2 de Septiembre del año pasado.
Te juro, me puso todas las cosas en perspectiva.
Y que si pirulo no me llama, o mengano me llama todo el tiempo y es un pesado, o si no puedo pagar el alquiler y me van a echar a la calle, o sutana me birlo de la peor manera $200 y se borro???
Ya no me importa nada de eso. Estoy viva, y casi todos a los que quiero, tambien. Doy gracias por eso cada vez que me levanto.
Te quiero!!!
Yo también!!!!!!!!
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